La vitamina C es un nutriente hidrosoluble esencial para el organismo y cumple diversas e importantes funciones. Está implicada en el metabolismo de las proteínas, lo que ayuda a la conversión de aminoácidos y síntesis proteica. Dentro de las proteínas que ayuda a sintetizar se encuentra el colágeno, una proteína estructural clave en tejidos como la piel, los huesos y los cartílagos. También es muy importante para la producción de L-carnitina, la molécula responsable del transporte de grasas dentro de la célula para su utilización como fuente de energía.
Juega también su rol en la producción de neurotransmisores importantes para la función cerebral y la regulación del estado de ánimo. Desempeña un papel fundamental dentro del sistema inmunológico ayudando a estimular la función de diversas células inmunitarias y mejorando la resistencia a infecciones. A su vez, esta vitamina mejora la absorción del hierro en el intestino y promueve la regeneración de otros antioxidantes, como la vitamina E, protegiendo a las células del estrés oxidativo.
Disolver media cucharadita de té del producto en 1 vaso de agua. Consumir en cualquier momento del día.
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